Cambiar el mundo siempre fue la idea motora de las grandes revoluciones. Pero esta idea no se limita a los sucesos historicos. Es el accionar de un día a día de constante cambio, manteniendo la esperanza viva y los sueños pasados presentes, para seguir cambiando nuestro futuro y el de el mundo entero. Espero conocer gente que piensa como yo, o totalmente distinto a mi, quiero pensar, aprender y contribuir.
sábado, 30 de abril de 2011
Falleció Ernesto Sábato: se nos fue un grande
Uno de los mayores pensadores de la Argentina, un gran filosofo y reflexivo escritor.
Una buena persona, un artista de corazón, un científico subjetivo, un escritor fiel a sí mismo. Realmente un genio.
Fue doctor en fisica, trabajo en el laboratorio de Marie Curie, vió desde adentro los métodos y avances de la ciencia y desidió apartarse, decidió dedicarse a la literatura. Escribió ensayos exelentes donde plasmo fielmente sus pensamientos más profundos y dijo todo lo que tenía que decir. Integró la CONADEP, pero no solo criticó la dictadura, sino que reflexiono sobre la sociedad, el capitalismo, la ciencia, el hombre, y temas existencialistas que hacen de Sábato un gran filosofo.
Cualquiera que lea "uno y el universo" sabrá quien era esta persona, reconocerá su escencia, que seguirá eterna en sus escritos, podrá conocerlo sin jamás haberlo visto.
Yo comenzé a leer sus libros hace muy poco, me conmovió y me ingresó en el mundo de la literatura y la filosofía. Nunca creí que encontraría una persona tan completa y mucho menos en mi país.
Cómo me emocioné hace 2 meses cuando me esnteré que el seguía vivo, y sin siquiera haberlo visto, en tan poco tiempo se fue.
Es increíble que justo hace unas semanas yo me apasioné con sus escritos, lo tomé como un idolo, como un ejemplo de vida, como la persona más genial de todo el mundo. Es por eso que fue un gran golpe enterarme que murió. Apenas me entero que seguía vivo y de golpe muere.
Me emocionan las notas en la television y enterarme que a tanta gente le gustan sus escritos como a mí.
Espero que ahora todos lean sus libros que tantas vidas ha cambiado.
Con 99 años de edad, falleció un gran hombre argentino.
Una persona magnifica, un eterno pensador, un filósofo reflexivo, un científico subjetivo, un artista de corazón, un verdadero genio.
Se recibió de doctor en física y trabajó en el laboratorio de Marie Curie. Viajó a europa y vió caer sus esperanzas de lo que pensaba que era la ciencia. Volvió a Argentina convencido de dejar la ciencia y se dedicó a escribir y más adelente, a pintar.
Escribió tres obras memorables, y dejó fluir expresamente sus pensamientos en sus ensayos.
Cambió la vida de muchos jovenes y criticó la sociedad y penó fuertemente a la dictadura, integrando la conadep.
Se lo recordará por siempre, y vivirá su escencia en sus escritos.
miércoles, 13 de abril de 2011
Reflexiones de un indeciso que pretende cambiar el mundo
¿Qué tiene de bueno y qué de malo la indecisión?
Decidir algo significa dicernir o elegir una de determinadas opciones en una situación. Saber decidir que es mejor entre varias posibilidades, quedandose, generalmente, con una decisión única que descarta las demás.
Pero que pasa cuando uno es demasiado abierto y tolerante como para elegir solo una opción y defenderla a muerte, si no quiere elegir solo una única postura. ¿Se le podría llamar indecisa a una persona que eligue todas las opciones, que recata lo bueno de cada idea y plantea su propio camino, que no decide limitarse a un solo entendimiento y va por la aceptación de todo?
En las últimas semanas, y actualmente, estoy en un período hermoso de transición en mi vida. Paso a decidir mi camino que, de ahora en más, construiré y veré crecer hasta el fin de mis días. Estoy dando mis primeros pasos en el mundo y reconocerlo es la primera tarea para comenzar un largo trayecto. Y eso implica analizarlo y hechar un vistazo a lo que será mi punto de partida y mi medio sobre el cual viviré mi vida.
Pero mi decisión no es particular, no es determinante a quien seré totalmente, pero si me marcará. Y yo cada día me abro más al cambio y a la objetiva visión de todos los puntos de vista, ideologías, ciencias, filosofías que se plantearon y se siguen formulando.
Todas me parecen maravillosamente pensadas, y en general, percivo un caracter definitivo de sueños y esperanza en aquellas personas que dedicaron su vida a sus ideas.
Escucho con atención a los que argumentan y a los que refutan, a los que apoyan y a los que rechazan, a los que dicen las verdades más ciertas y a los que emiten las mentiras más groseras. Todos merecen ser escuchados sin el preconcepto de calificar su discurso previamente a ser pronunciado.
Hay que ser tolerante y no quedarse cerrado en una sola visión. Debemos abrir la mente y veremos la realidad como en verdad es.
Vale aclarar algo importante, el mundo en que habitamos es el que percibimos, cada uno vé la realidad de una forma particular. Por eso, cambiar nuestra forma de ver el mundo es ampliar la realidad que percibimos y por ende es, también, cambiar el mundo.
Un mundo perfectible, un mundo para cambiar
El mundo, al igual que la ciencia, tiene el caracter de ser perfectible siempre. Esto quiere decir que jamás se alcanza o alcanzará el ideal mundo perfecto. Quedando esta interpretación relativa a los punto de vista y la opinión de cada persona.
Es por eso que siempre queda algo por hacer, un motivo propio del cambio que supera la definición de revolución. Asi es que el mundo perfecto como tal queda alejado de la realidad práctica y solo vive en la mente de los grandes soladores.
Es un largo camino que se construye día a día con los cimientos del pasado, avanzando de a pasos y manteniendo firme la esperanza de seguir mejorando. Pero sabiendo que nunca alcanzaremos la totalidad de nuestros utópicos sueños. Es como una función que tiende a un número, sus valores se acercan infinitamente a este pero nunca lo alcanzan.
No hay fórmula que se aplique al mundo ideal, aunque este sería algo más metodico y exacto, los conocimientos empíricos prevalecerían aún sobre la ciencia moderna.
Los límites de un mundo mejor, solo están definidos por razones humanas:
- Imposibilidad de pensar en algo mejor a lo que nos rodea (conformismo y conservadurismo)
- Imposibilidad de difudir las buenas ideas y proyectos (razón por la cual los verdaderos revolucionarios frustran sus intentos por cambiar y terminan sirviendo al sistema sentados en una banca del Senado)
- Falta de previsión (debido a la no toma de medidas a largo plazo que favorezcan a las generaciones siguientes y cambie la forma de la sociedad)
- Tendencia a la ignorancia y desinformación (la educación es la clave para formar ciudadanos que ejerzan su derecho civil y sean concientes de la amplitud de posibilidades que, la sociedad y uno mismo, pueden tomar al incurrir en distintos caminos, y la información como clave del conocimiento de la realidad social actual)
Lo único que nos impide cambiar somos nosotros mismo, nustros conceptos premoldeados, nuestro inconciente socialmente alterado y nuestros dogmas a seguir con la mera costumbre de lo común y cotidiano.
Hay que pensar que si el mundo es perfectible, y evidentemente lo es, nosotros también lo somos. Lo es nuestra actitud, nuestro compromiso, nuestra voluntad y nuestra mente, nuestras capacidades para extender nuestra visión y nuestra tolerancia a los diferentes puntos de vista.
Nosotros somos perfectibles, el mundo lo es.
Esta semana se me ocurrió pensar como sería un mundo perfecto, y aunque aún no lo termine de concretar en mi mente, creo que es algo tan complicado de pensar y quizas inutil.
Porque la forma de pensarlo es como "un mundo mejor", lo perfecto no es real y lo real no es perfecto.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)